BARBASTRO, la calidez del abrazo comercial que alumbra el invierno
ENCONTRAR la calidez constituye el reto al que siempre se han enfrentado, en los albores del invierno, las tierras frías. Ha sucedido y sucede en Barbastro y en el Somontano, antaño con recursos limitados, hogaño con toda clase de comodidades. Escribió el gran poeta Luis Cernuda que, “como los erizos, los hombres un día sintieron su frío. Y quisieron compartirlo. Entonces inventaron el amor. El resultado fue, ya sabéis, como en los erizos”.
Sirva esta metáfora lírica para exponer el valor de la renuncia al refugio individual en los hogares para aceptar que, en la compañía, todos alumbramos una sensación reconfortante y crecemos y hacemos crecer. Barbastro Ciudad Abierta evoluciona hacia un modelo cooperativo como el de las áreas de promoción de iniciativas económicas (APIE), que no es sino la fórmula establecida para institucionalizar la colaboración de las empresas y los comercios para restaurar aquel viejo ambiente impregnado de magia.
Tiempos para remembrar con Juanjo Nieto los evocadores espacios comerciales de la ciudad, donde en torno a una chimenea coral imaginaria todavía aplaudimos la Feria de Barbastro y la entrega de los Galardones Germana de Foix. Espacios en blanco impresos con la creatividad de Juanfer Briones, un personaje de cómic cuyo genio armoniza dibujos y palabras en viñetas eternas. Lugares en los que disfrutar de tiendas acogedoras y de hostelería humeante de aromas y sabores de invierno.
El corazón urbano de Somontano Social y el de Bierge y Colungo, por cuyas calles recorremos la esencia rural de la comarca, sintiéndonos más fuertes de la mano de Mohamed Amín y confortados por fuera y saludables por dentro con los consejos de María José Nicolás.
Al final, desde el principio hasta el final, se consolida un círculo virtuoso en cuyo centro, de manera discreta pero luminosa, se concentra la calidez del espíritu de Barbastro. Ese que se prolonga durante las semanas más ilusionantes del año. Esta época en la que todo lo bueno es posible. Un erizo imaginario envuelve el afecto.
Feliz invierno.
